Cómo conducir una moto eléctrica en mojado

Conducir una moto es sinónimo de agilidad y libertad en cualquier circunstancia. Las ventajas de desplazarse sobre dos ruedas son innegables, y se multiplican cuando le añadimos la eficiencia, la respuesta y el confort de marcha de una moto eléctrica Silence.

Sin embargo, la conducción de una moto eléctrica también exige tener en cuenta los principios básicos de seguridad, especialmente cuando la lluvia nos sorprende y tenemos que circular sobre asfalto mojado.

Antes de empezar a conducir, es fundamental comprobar el estado de la moto y asegurarse de que se encuentra en perfecto estado. Esto incluye por ejemplo las luces para asegurar una buena visibilidad, los neumáticos –tanto la presión como la profundidad del dibujo- y los frenos, pasando por la suspensión y cualquier otro elemento que pueda influir en la conducción. En definitiva, todo debe funcionar perfectamente para evitar reacciones inesperadas cuando estamos en marcha.

Otro factor primordial es elegir el equipo adecuado para la conducción en lluvia. En este caso, la ropa debe ser resistente al agua y contar con elementos reflectantes para aumentar la visibilidad en condiciones de poca luz. Además, es recomendable usar guantes y botas que protejan de la humedad y mantengan los pies y las manos protegidos y secos.

La conducción en lluvia requiere tener presente que las condiciones de la carretera pueden variar significativamente en cualquier momento. Por ese motivo, es necesario adaptar la velocidad y la distancia de frenado a estas circunstancias. Se deben evitar acelerones y frenazos bruscos que puedan hacer que la moto se desestabilice y, si no estás habituado a conducir una Silence, ten presente que el tipo de conducción que selecciones (City, Sport o Eco) modifica notablemente la respuesta del motor eléctrico al puño del acelerador. También es importante utilizar el freno trasero con precaución, ya que puede causar derrapes si se utiliza de manera incorrecta.

Por último, es importante evitar maniobras bruscas y cambios de dirección abruptos, ya que pueden hacer que la moto se desestabilice y causar accidentes. En lugar de ello, se debe conducir con suavidad y anticipación, previendo cualquier obstáculo o situación que pueda surgir en la carretera.